Difícil cuestión. Si por mi fuera, ninguna. Tal vez esté errado y mis conclusiones se fundamenten en un muestreo estadístico muy escaso, pero por las experiencias propias y ajenas que he recogido, mi impresión (subjetiva) es que todas las operadoras comparten prácticas leoninas y puede que ilegales en algunos casos.
- El servicio de reclamaciones es un fax. Si no te hacen caso por teléfono, imagínate lo que hacen con el fax. Tengo curiosidad por saber si utilizan papel de doble capa que no raspe. Lo que no entiendo es cómo la ley permite algo semejante. Debería haber una persona dando la cara.
- La mayoría de los números de atención al cliente o del servicio técnico son 902. O sea, que te cobran por un servicio que entiendo debería ser gratis. ¿Por qué tengo que pagar para exigir que me arreglen el teléfono?
- En algunas, es difícil o imposible hablar con alguien que sepa. Normalmente te atiende una pobre operadora que lo único que busca es que no la echen a la calle a final de mes.
- Te dan de alta deprisa, a veces hasta cuando no quieres. Otra cosa bien distinta es cuándo logras acceder a los servicios contratados. El mes de espera parece que no te lo va a quitar nadie.
- Borrarse puede convertirse en un verdadero calvario. Hay que estar muy atento a los recibos para que no te carguen un mes adicional.
- Algunas te cobran por adelantado. Por ejemplo, Tele2 te cobra A PRINCIPIOS de mes por el servicio que todavía no te ha prestado.
- Hay que andarse con ojo con la facturación. Te hablan de esta o aquella promoción y luego te encuentras en la factura que te han cobrado el router.
- El ancho de banda nunca es el que prometen. La palabrita "hasta 20 Megas" crea falsas expectativas, pues es inalcanzable para la mayoría de los usuarios.
- A pesar de la ley de protección de datos, estamos sometidos a un verdadero acoso telefónico. Te llaman a casa, a la oficina, te preguntan por todo y tratan de liarte para que contrates lo que no necesitas.
- La relación usuario-compañía es totalmente asimétrica. Si no pagas porque no te prestan un servicio, te amenazan con ponerte en alguna lista de morosos. Pero cuando son ellos los que fallan, el proceso administrativo para reclamar es un verdadero horror. Al final el ciudadano desiste porque pierde más tiempo y dinero protestando que asumiendo que le han timado.
Y estoy seguro de que me he olvidado de algo. Tengan paciencia pero no decaigan. Debemos tratar de recuperar la soberanía que nos corresponde y exigir a las autoridades que pongan cerco a los abusos a los que nos vemos sometidos.
Saludos a todos y que tengan un buen día,
el pobrecito hablador
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