lunes, febrero 04, 2008

Con las nalgas al viento

Puede que así nos pille el "reajuste económico" o "crisis", según versiones, que se avecina. Durante los últimos 12 años de vacas gordas, las dos legislaturas del PP y la última del PSOE, la economía española no ha sido capaz de realizar la transición hacia la modernidad. Han dominado la cultura del pelotazo, las operaciones bursátiles milmillonarias y la insuperable especulación alrededor del ladrillo. Hasta ahora, claro. Porque ante las primeras de cambio, 132.378 personas se han ido a la calle, y les apuesto a que esto va a seguir durante una temporada.

No quiero caer en el alarmismo y catastrofismo, pero los datos están para que los tengamos en cuenta: el barril de crudo está por encima de los 80 dólares, el gas al alza gracias a nuestra brillante política exterior sobre el Sáhara (Argelia ya no nos considera amigos) y a los negocios del tandem Schröder-Putin, las energías renovables a 15 céntimos de euro el kW*h y seguimos sin querer hablar de nucleares (con un coste de 3 céntimos el kW*h, gestión de residuos incluida) y nuestra dependencia del exterior en lo que a energía y tecnología se refiere es prácticamente total. ¿Sigo?

Aquí unos se frotan las manos por la inminencia de las elecciones (hasta puede que se alegren y todo) y otros se hacen en los pantalones ante un Solbes desinflado. Mientras, el endeudamiento del ciudadano va creciendo al ritmo de los beneficios de la las grandes empresas (bancos, petroleras, operadoras de telecomunicaciones, aerolíneas...). Así hasta que la gran teta del populacho que amamantó a botines y polancos se seque de puro asco.

Pero lo que más me preocupa no es la crisis, sino la escasa preparación de los individuos que se supone deben capearla. Porque mientras Sarkozy neogocia con la India, China y los Emiratos Árabes para sacar oro de las piedras, Moratinos y ZP se dedican a torear con los obispos y a poner Diegos en vez de digos. El delirio electoral ha comenzado. Pizarro apela al terrorismo, los curas invocan al diablo de la excomunión, Esperanza Aguirre hace leña del gallardo caído a la par que la Botella de Aznar aspira al genio de la alcaldía. Caldera ya no echa humo, la Narbona está perdida en un mar desalado, el AVE en Barcelona no pasará de los 30 por hora y la educación suspende pagos.

En otras circunstancias, diría que es momento para la esperanza. Llegado el lobo, sólo queda unirse y combatirlo. Pero mientras el hemiciclo con diputados siga siendo el circo de los Pixies y dixits, mejor airear los calzoncillos. Toca untarnos de vaselina de vellón y Vapo-rub al eucalipto. Nos han dejado con las nalgas al viento y pronostican granizo...

Menos mal que nos queda la selección española de fútbol, porque este año seguro que ganamos la eurocopa.

Saludos a todos y muy buenas noches,

el pobrecito hablador

1 comentario:

El Desheredado dijo...

Excelente retórica, aunque no la comparta