De nada sirvieron las protestas de miles de ciudadanos turcos. El gobierno de Ankara ha aprobado el uso del velo en las universidades. No es obvio qué postura tomar a priori sobre tal decisión. De una parte, el velo simboliza el trato discriminatorio de la mujer en el islám. Es un "ejemplo visible de separación y diferencia", como lo calificó el exministro de asuntos exteriores británico Jack Straw. Sin embargo, el islám no es la única religión que practica una discriminación selectiva. Ahí tenemos a la religión católica, que limita el papel de la mujer a un segundo plano dentro de la jerarquía eclesiástica.
Por otro lado, la medida podría tener el efecto beneficioso de permitir el acceso a una educación superior a mujeres que, por cuestiones religiosas y familiares, no han podido hacerlo hasta ahora.
En ambos supuestos, mi opinión es que es necesario poner cerco a la vida religiosa y limitarla a la privacidad del individuo. Eso es lo que a mi entender significa un estado laico: tolerante con la práctica de las religiones pero con leyes ajenas a las normas que impone cada una.
Tengo serías dudas sobre cuál es el mejor camino a seguir para lograr la laicidad plena. De una parte, la intolerancia puede generar más intolerancia y una escalada en el conflicto. De otra parte, la democracia debe ejercer un cierto nivel de intolerancia y defenderse de normas que atentan contra sus pilares fundamentales. Por ejemplo, sería absurdo plantear un referendum sobre si queremos o no ser democráticos, aunque lo solicitase la mayoría de la población. El estado debe pues ser activo en la defensa de su definición y facilitar que los ciudadanos adopten los dogmas de convivencia como propios. Pero trazar la delgada línea que separa una interferencia necesaria de una injerencia intolerable me resulta harto difícil.
El tiempo dirá a dónde lleva la medida adoptada por Turquía, y si esta la aleja o acerca del modelo de convivencia occidental al que aspira a través de su integración en la Unión Europea.
Saludos a todos y que pasen un buen día,En ambos supuestos, mi opinión es que es necesario poner cerco a la vida religiosa y limitarla a la privacidad del individuo. Eso es lo que a mi entender significa un estado laico: tolerante con la práctica de las religiones pero con leyes ajenas a las normas que impone cada una.
Tengo serías dudas sobre cuál es el mejor camino a seguir para lograr la laicidad plena. De una parte, la intolerancia puede generar más intolerancia y una escalada en el conflicto. De otra parte, la democracia debe ejercer un cierto nivel de intolerancia y defenderse de normas que atentan contra sus pilares fundamentales. Por ejemplo, sería absurdo plantear un referendum sobre si queremos o no ser democráticos, aunque lo solicitase la mayoría de la población. El estado debe pues ser activo en la defensa de su definición y facilitar que los ciudadanos adopten los dogmas de convivencia como propios. Pero trazar la delgada línea que separa una interferencia necesaria de una injerencia intolerable me resulta harto difícil.
El tiempo dirá a dónde lleva la medida adoptada por Turquía, y si esta la aleja o acerca del modelo de convivencia occidental al que aspira a través de su integración en la Unión Europea.
el pobrecito hablador
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