domingo, octubre 15, 2006

El color del otoño

(foto ©DCO2006)

domingo, octubre 08, 2006

Nostalgia rosa...



Rebuscando en el baúl de los recuerdos he rescatado esta tonadilla. Va dedicada a todos los nostálgicos.

Think of all the animals you ever heard about,
Like rhinoceros and tigers, cats and mink,
There are lots of funny animals in all this world,
But have you ever seen a panther that is pink?

Think! A panther that is positively pink?

Well here he is - The Pink Panther, The Pink Panther.
Everybody loves a panther that's pink,
He really is a groovy cat.
And he's a gentleman, a scholar, he's an-acrobat,

He's in the pink, the Pink Panther,
The rinky-dink Pink Panther,
And it's as plain as your nose
That he's the one and only truly original,
Panther pink from head to toe.

Yes he's the one and only truly original,
Panther Pink Panther from Head to toe!

¿Te gusta el "jurgol"?

Si te gusta el "jurgol", te has equivocado de país, realidad nacional o nación de naciones. La cita de Churchill un tanto retocada, "nunca tantos cobraron tanto por tan poco", adquiere una nueva dimensión. Puede aplicarse tanto al chorreo de dinero (que nos recuerden cuáles son los sueldos de federativos y seleccionador) como a los miles de espectadores e hinchas tontainas que todavía albergan alguna esperanza.
En esta moderna arena de gladiadores, los nuestros no sirven ni para alimentar a los leones: pobrecitos, menuda indigestión.
Si exisitiese la dignidad, se disolvería la federación y echaríamos a todos los "presuntos" vagos que maman de su teta a la calle (a currar como todos). Y con las pelas sobrantes (muchas muchas muchas) ya se nos ocurriría algo, ¿verdad?.
Para acabar, una frase de Villar que no tiene desperdicio: "Estamos al lado del seleccionador y apoyamos todo su trabajo". Je je, veremos cuánto tiempo le dura la lealtad.

PD Y he sido bueno, ¡no mencioné el mundial de baloncesto!

viernes, octubre 06, 2006

La importancia de llamarse Ernesto...

(foto ©DCO2006)


El mensaje de hoy va dedicado a todos los que sienten la necesidad de justificar que son diferentes y sufren discriminación por ello. Aunque tarde, aprendo de los maestros, y doy las gracias por ello.

Muchos nos sentimos distintos, bien sea de forma continuada o durante periodos concretos de la vida. Ésta no va por nosotros. Hoy afilo la tecla por aquellas personas que se sienten diferentes y además consideran necesario justificarlo en público, como si su distinción requiriese del beneplácito de la mayoría estadística. Resulta peculiar que lo que para muchos resulta obvio y natural, para otros es sujeto de estudio, de comprensión y incluso supone un motivo discriminación. Me refiero a la "trascendente" orientanción sexual.

Nuestra sociedad acepta gran cantidad fluctuaciones estadísticas de las pautas de conducta poblacionales sin problema alguno: nadie discrimina a los que van en sandalias, enseñan el ombligo o se apodan Ernesto. Sin embargo, basta que uno sea de un color un poco más oscuro que la media, o le gusten los caracoles en vez de las ostras, para que tengamos el follón montado. Lo que se ve, es obvio y no se puede ocultar, y el portador del "estigma" visual no puede más que convivir con ello y apechugar. Sin embargo, las banderas del espíritu son más sutiles, y al que las enarbola de manera natural se le tilda, como poco, de activista, atreviéndose algún que otro cateto hasta a utilizarlo como un insulto...

Ayer asistí a un hecho peculiar. Un amigo homosexual quiso hablar de sus preferencias a unos terceros. Ésta debiera ser una una faceta absolutamente irrelevante para la bidireccionalidad de una amistad, pero desgraciadamente los tiempos que vivimos aún distan mucho de lo perfecto. Por ello optó primero por utilizar la sutileza, y no le entendieron. Después un eufemismo, y tampoco tuvo éxito. Siguió con algo más explícito, aunque sin pronunciar la palabreja que hace que muchos se vuelvan en un restaurante, y ya pensó que todo estaba claro. ¡Naranjas de la china! El que no quiere oír, no escucha, y su misterio quedó sin resolver. Un "me he enrrollado con varios tíos, por cierto, soy homosexual..." hubiese tenido que bastar, pero seguimos y seguiremos dándole importancia al hecho de llamarse Ernesto.

jueves, octubre 05, 2006

Llega el otoño tras unos meses en blanco

(foto ©DCO2006)

Han sido unos meses largos e intensos desde mi último mensaje. Meses de viajes, contrastes y emociones. El paseo por las montañas de la luna (el macizo del Ruwenzori) parece lejos en el tiempo y en la distancia. Atrás quedaron las lluvias y las ciénagas de fango, humedad y frío. Si consigo poner mis notas de viaje en orden, ya iré publcándolas y reviviendo a la par lo inmenso y chiquito que fué.

Algo más cerca está el encuentro con ellos, los primates de mirada noble. No tengo ni idea de lo cercana que debió sentirse Dian Fossey; cuando lea el libro lo sabré. Pero sí puede decir que tras unos minutos de duda y acercamiento, fuí invitado a un festín emocional único: el bebé, los jovencitos, las hembras y un macho de lomo plateado levantándose de la siesta con algo de genio. Cada vez que me acuerdo tengo que esbozar una sonrisa. Y si me viera, seguro que notaría un brillo especial en mis ojos. Un encuentro de tan solo una hora que valió por veinte días de viaje...

Extracto de mi página personal:

Los últimos gorilas de montaña (gorilla gorilla beringei) habitan en la región volcánica de los Virungas, repartida entre Uganda (parques nacionales de Bwindi y Mgahinga), Ruanda (parque nacional de los volcanes) y la R.D. del Congo (parque nacional de los Virungas). Su número exacto se desconoce, pero a la fecha de Agosto de 2006 se ha estimado alrededor de 650 ejemplares.

Los gorilas son los primates de mayor tamaño. Su esqueleto es más masivo que el de los seres humanos. Tienen la parte posterior del pie adaptada para la locomoción bípeda pero se desplazan generalmente a cuatro patas. Sus extremidades anteriores son más alargadas que las posteriores y, aunque se asemejan a unos brazos, son utilizadas también como punto de apoyo al caminar. Los machos miden entre 1,65 y 2 m de altura y pesan entre 170 y 250 kg. Las hembras pesan aproximadamente la mitad.

Los gorilas son de hábitos diurnos y terrestres; pasan la mayor parte del día comiendo y descansando. Son herbívoros y se alimentan fundamentalmente de frutas, hojas y raíces, aunque indirectamente pueden ingerir hormigas u otros insectos. Tanto los machos como las hembras preparan para dormir un “nido” (o cama) cada tarde entre las ramas no muy altas o en la tierra. El macho principal suele hacerlo en el suelo debido a su corpulencia.

La unidad familiar consiste de un macho dominante de espalda plateada (silver back) y una o varias hembras con sus hijos. Es posible encontrar a varios machos adultos subordinados. Un grupo normal está compuesto de cinco a doce individuos, aunque se han documentado algunos grupos de hasta treinta ejemplares. No es infrecuente hallar machos aislados.

El periodo menstrual de las gorilas es de 28 días y son capaces de procrear durante todo el año. La gestación dura unos ocho meses (250 días). Normalmente las madres tienen un único hijo cada cinco o seis años y en caso de dar a luz a varios, lo habitual es que solo sobreviva uno. El peso aproximado de un neonato es de 2 kilogramos. Las hembras alcanzan la madurez a los 7 u 8 años, mientras que los machos lo hacen a los 12 años. En la naturaleza los gorilas viven en promedio unos 40 años.

Gracias a estudios genéticos, se ha podido establecer que los orangutanes, gorilas y chimpancés son los parientes no extintos más cercanos al hombre. Estos grandes simios, junto con el hombre (y sus inmediatos ancestros conocidos por los fósiles), se agrupan en la familia Hominidae o "de los homínidos".

Hasta hace poco, la mayoría de la clasificaciones solo incluían a los humanos en la familia Hominidae; orangutanes, gorilas, chimpancés y el resto de simios eran colocados en la familia Pongidae. La evidencia que une a los humanos con los gorilas y los chimpancés ha crecido dramáticamente en las pasadas dos décadas gracias a estudios genéticos. En la actualidad parece claro que los chimpancés, gorilas y humanos forman un grupo natural o “clado” (los científicos llaman “clado” a una línea evolutiva que incluye al antecesor y todos sus descendientes y sólo a ellos) y que fue un error ubicar a los grandes simios en una familia separada. Los orangutanes están solo ligeramente emparentados, y los gibones son una rama más distante (por eso se ubican en una familia aparte: Hylobatidae.

(foto ©DCO2006)