Ahora resulta que todo ha sido decisión de Rajoy, que Espe no ha tenido nada que ver en ésto y que las aspiraciones políticas de Ana Botella, la esposa de José María Aznar, son meramente circunstanciales.
Me lo creo, suena tan convincente que es imposible dudar de la palabra de Rajoy. Todos sabemos que Esperanza Aguirre admira a Gallardón, que es una mujer generosa y no guarda rencor político alguno. No hay más que recordar su dedicatoria a Gallardón en "biografía de Espe", sus siempre amables palabras y su falta de interés por el sillón que hoy en día ocupa Mariano. Es obvio, ¿verdad?
Hay días en los que la política da especialmente asco y éste que termina es uno de ellos. Entiendanme, no es que piense que Alberto Ruíz Gallardón esté libre de pecado. Alguien que lleva 30 años en política difícilmente puede mantenerse ajeno a las corruptelas y malas artes imperantes en ese entorno. Sin embargo, algo le diferencia de la mayoría de sus rivales. Es brillante, es inteligente, se expresa con una corrección envidiable, no es un hortera, habla con quien tiene que hablar para resolver los problemas y, de vez en cuando, hasta acierta. Tales cualidades son raras en un político de hoy en día. Y si no, echen un vistazo a su alrededor y juzguen. Pepiño Blanco, ZP, López Garrido, Simancas, Zaplana, Mariano Rajoy, Acebes, Esperanza Aguirre. Me da igual el orden, todos ellos están a años luz de Don Alberto Ruíz Gallardón.
Sólo nos queda el milagro y el billar a tres bandas: una debacle electoral que cierre una época y mande a los hombres de Chema al retiro anticipado, una purga en el partido y unos malos resultados electorales en Madrid sin el tío Alberto. Imaginense el escenario: Ana y Espe, juntas de la mano, dándose un monumental batacazo electoral. Es algo tan hermoso que merecería materializarse, ¿no creen? Aún a costa de padecer cuatro años de horror bajo la federación socialista madrileña.
Buenas noches a todos y que tengan unos dulces sueños,
el pobrecito hablador
Me lo creo, suena tan convincente que es imposible dudar de la palabra de Rajoy. Todos sabemos que Esperanza Aguirre admira a Gallardón, que es una mujer generosa y no guarda rencor político alguno. No hay más que recordar su dedicatoria a Gallardón en "biografía de Espe", sus siempre amables palabras y su falta de interés por el sillón que hoy en día ocupa Mariano. Es obvio, ¿verdad?
Hay días en los que la política da especialmente asco y éste que termina es uno de ellos. Entiendanme, no es que piense que Alberto Ruíz Gallardón esté libre de pecado. Alguien que lleva 30 años en política difícilmente puede mantenerse ajeno a las corruptelas y malas artes imperantes en ese entorno. Sin embargo, algo le diferencia de la mayoría de sus rivales. Es brillante, es inteligente, se expresa con una corrección envidiable, no es un hortera, habla con quien tiene que hablar para resolver los problemas y, de vez en cuando, hasta acierta. Tales cualidades son raras en un político de hoy en día. Y si no, echen un vistazo a su alrededor y juzguen. Pepiño Blanco, ZP, López Garrido, Simancas, Zaplana, Mariano Rajoy, Acebes, Esperanza Aguirre. Me da igual el orden, todos ellos están a años luz de Don Alberto Ruíz Gallardón.
Sólo nos queda el milagro y el billar a tres bandas: una debacle electoral que cierre una época y mande a los hombres de Chema al retiro anticipado, una purga en el partido y unos malos resultados electorales en Madrid sin el tío Alberto. Imaginense el escenario: Ana y Espe, juntas de la mano, dándose un monumental batacazo electoral. Es algo tan hermoso que merecería materializarse, ¿no creen? Aún a costa de padecer cuatro años de horror bajo la federación socialista madrileña.
Buenas noches a todos y que tengan unos dulces sueños,
el pobrecito hablador
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