TV or not TV, that is the question
Y la respuesta en este caso es más que obvia: not TV!
El otro día escuché una de las noticias más esperpénticas del año, y mira que las hay a mares en periodos electorales: una cadena de TV holandesa anunciaba un reality en el que tres enfermos de riñón hacían valer sus méritos para que una enferma terminal les donase tan preciado órgano. Pues bien, hoy leo en la prensa diaria que todo ha sido un bulo. La cadena pretendía llamar la atención y, según afirman ellos, concienciar sobre la necesidad de las donaciones. ¡Qué altruísmo, qué sentimientos más nobles! Dentro de poco nos querrán informar de la necesidad de proteger el medio ambiente prendiéndole fuego a un bosque o hundiendo un petrolero, para mostrar en directo la agonía de miles de animales calcinados o embadurnados.
Me pregunto qué habrán pensado aquellos que todos los días se dejan la piel para concienciar con argumentos que "donar los órganos es dar vida". ¿Cómo no se les ocurrió que era mucho mejor hacer un reality? ¡Qué tontos! Discrepo sustancialmente de los argumentos esgrimidos por la productora ENDEMOL y compartidos por la asociación holandesa de enfermos de riñón. El fin no justifica los medios, y la concienciación es un cambio mental duradero en un individuo, no un estado de convulsión televisiva que dura una hora.
Y la respuesta en este caso es más que obvia: not TV!
El otro día escuché una de las noticias más esperpénticas del año, y mira que las hay a mares en periodos electorales: una cadena de TV holandesa anunciaba un reality en el que tres enfermos de riñón hacían valer sus méritos para que una enferma terminal les donase tan preciado órgano. Pues bien, hoy leo en la prensa diaria que todo ha sido un bulo. La cadena pretendía llamar la atención y, según afirman ellos, concienciar sobre la necesidad de las donaciones. ¡Qué altruísmo, qué sentimientos más nobles! Dentro de poco nos querrán informar de la necesidad de proteger el medio ambiente prendiéndole fuego a un bosque o hundiendo un petrolero, para mostrar en directo la agonía de miles de animales calcinados o embadurnados.
Me pregunto qué habrán pensado aquellos que todos los días se dejan la piel para concienciar con argumentos que "donar los órganos es dar vida". ¿Cómo no se les ocurrió que era mucho mejor hacer un reality? ¡Qué tontos! Discrepo sustancialmente de los argumentos esgrimidos por la productora ENDEMOL y compartidos por la asociación holandesa de enfermos de riñón. El fin no justifica los medios, y la concienciación es un cambio mental duradero en un individuo, no un estado de convulsión televisiva que dura una hora.
Existen muchos ejemplos de campañas de concienciación inteligentes. Una de ellas, sobre la inmigración, es una exposición fotográfica itinerante que narra a través de imágenes los horrores por los que pasan los "pasajeros" de un cayuco.
Esto sí es concienciar, ¿no les parece?
Un saludo a todos,
el pobrecito hablador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario