miércoles, junio 11, 2008

Huelga general

No soy muy partidario ni de las huelgas ni de conceder privilegios a algunos colectivos particulares. Tampoco creo que el gobierno de España sea completamente responsable de la situación económica internacional. Sin embargo, los signos de putrefacción del sistema comienzan a hacerse patentes: bancos, constructoras, productores de energía, operadoras de telefonía y otras grandes empresas se han estado forrando durante los últimos años. Incluso hoy, cuando todos andamos bien fastidiados con las subidas de los tipos de interés y el IPC, muchas de ellas siguen obteniendo pingües beneficios.

Con el sistema actual, los que soportamos el peso de la crisis somos los ciudadanos. Debemos mantener a todo un sistema político de corruptelas, ayuntamientos, altos cargos públicos (un 35% más durante los últimos años) y encima sufragar los beneficios milmillonarios de ENDESAs, IBERDROLAs, BBVAs, SANTANDEREs y TELEFÓNICAs, VODAFONEs y ORANGEs, por poner algunos ejemplos. Somos la teta que nunca se seca.

Mientras tanto, el gobierno nos miente sobre la realidad de la situación, falsea los datos del IPC (para que no nos suban los sueldos) y se guía por un propósito central: lograr que el partido en el poder se perpetúe en la poltrona. La oposición tampoco ha dado muestras de una conducta ejemplar y sigue soltando frescas carentes de trasfondo.

Ante una situación como ésta, de manifiesta incompetencia por parte del ejecutivo, sólo tercia una acción posible. Que los ciudadanos nos hagamos oir y que exijamos a los políticos que dejen de abusar del poder que hemos depositado democráticamente en ellos.

¿No me creen?
  • Hablen con el dueño del bar de la esquina y pregunten cómo gestiona su licencia y a quién y cuánto tiene que pagar.
  • Pregunten a un aparejador o constructor de confianza si la corrupción en los ayuntamientos está o no generalizada.
  • Examinen la competencia de nuestros más insignes políticos: ni Zapatero ni Rajoy hablan idioma extranjero alguno, por lo que ni pueden leer prensa extranjera ni ver o escuchar los noticieros de la BBC, CNN, ARD o TF1. Tranquilos, seguro que leyendo El País, La Razón o El Mundo están maravillosamente informados.
  • El ministro de Industria se lleva a matar con el de Economía y, para colmo, ha recibido el carguito tras el batacazo de la alcaldía de Madrid. ¿Será por su competencia en materias económicas o tal vez tenga algo que ver su indiscutible lealtad hacia el presidente?
  • ETA sigue matando, tras la negociación política, y tenemos un referéndum de autodeterminación en ciernes.
  • La electricidad va a seguir subiendo porque los molinos de viento cuestan una pasta y, mientras otros países se lanzan a construir centrales nucleares porque son seguras y garantizan el suministro, nuestro visionario gobierno se desmarca con el "Spain is different and green". Verdes nos vamos a quedar de la envidia cuando haya que importar de Francia hasta las galletas Fontaneda.
  • España se aleja cada vez más del compromiso adquirido con el protocolo de Kyoto y tendremos que pagar entre 3000 y 6000 millones de euros anuales en concepto de derechos de emisión. Un dinerito que invertido en el beneficio de nuestros ciudadanos hubiese resultado bastante más útil.
No pretendo ser catastrofista. Las cosas se pueden cambiar, pero para ello los ciudadanos debemos asumir nuestras responsabilidades. Ha llegado el momento de decir que "estamos hasta las narices de que nos tomen el pelo" y de poner a los incompetentes que viven de nuestros impuestos contra las cuerdas. O trabajas o te vas a la calle, así de simple.

Se me ocurren muchas maneras de hacerlo, pero hay una que ha funcionado, funciona y funcionará de maravilla: la huelga general. No por una prebenda social, por una subvención ilegal al gasoil o porque se regule aún más el mercado.

Una huelga general porque estamos, simple y llanamente, hasta los coj... de ellos.

Un saludo y que tengan una buena noche,

el pobrecito hablador

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