Hay veces que mi curiosidad innata queda relegada a un segundo plano, por detrás del profundo respeto y admiración que tengo por la naturaleza. El caso del acceso al lago Vostok, situado en la Antártida a 4000 metros bajo el hielo, es uno de ellos.
Cuando leí la primera noticia sobre su hallazgo, me alegré del sentido común de los científicos rusos a cargo de la investigación: decidieron no continuar con la perforación del hielo y esperar a tener más datos antes de tomar la decisión de continuar. A lo largo de estos años he ido desarrollando dos posturas antagónicas sobre el acceso a lago Vostok. Finalmente, se ha impuesto una que quizás sea la menos científica: la de respetar uno de los últimos lugares vírgenes e inexplorados del planeta.
Comprendo perfectamente la curiosidad y nobles intereses de los investigadores. Probablemente pensaría igual que ellos si perteneciese a su disciplina. Sin embargo, hay algo mágico y misterioso en el lago Vostok, como cuando uno contempla una luna llena aparentemente grande, a sabiendas de que es tan sólo una ilusión.
Ubicación geográfica (marcada con una línea roja) del lago Vostok en la Antártida.
Puede que aprendamos mucho si lo perforamos, y puede que no. Pero quizás aprenderemos más aún más sobre nosotros mismos si decidimos finalmente no violar su "intimidad". Y tal vez el mensaje de autocensura exploradora sea aún más importante que los posibles misterios desvelados: no entrar en el lago Vostok podría simbolizar la apuesta por la no injerencia humana, la definición de una frontera entre lo que tenemos y no tenemos derecho a hacer en nuestro planeta.
Para concluir, apunta mi buen amigo el desheredado que a muchos se les olvida mencionar que un acceso va en los dos sentidos: un microorganismo atrapado bajo el hielo podría salir de manera incontrolada al exterior. ¿Argumento para una película de ciencia ficción o accidente posible? Juzguen ustedes mismos.
Un saludo,
el pobrecito hablador
Para concluir, apunta mi buen amigo el desheredado que a muchos se les olvida mencionar que un acceso va en los dos sentidos: un microorganismo atrapado bajo el hielo podría salir de manera incontrolada al exterior. ¿Argumento para una película de ciencia ficción o accidente posible? Juzguen ustedes mismos.
Un saludo,
el pobrecito hablador
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