lunes, diciembre 03, 2007

La sonrisa del Lehendakari

Este fin de semana ha sido trágico para la mayoría de nosotros. Ayer se celebró el funeral por el guardia civil asesinado por ETA. Las caras de dolor componían todo un poema de impotencia. Mientras tanto, otro guardia civil, herido de gravedad extrema, agoniza en un hospital francés. La esperanza es lo último que se pierde, pero su estado es muy muy grave.

Uno de los pocos que parecen no haber expresado su dolor en público es el Sr. Ibarretxe. Corregiré mis palabras si me equivoco, pero permanecí atento y no fui capaz de escuchar o leer palabras suyas de condena. Además, por las sonrisas del Sr. Ibarretxe durante el acto del PNV, se diría que incluso andaba pletórico y lleno de júbilo. Es lógico. Se volverá a presentar a las elecciones prácticamente en solitario, en superioridad de condiciones y sin rivales entre sus filas. Porque en su comunidad autónoma, los políticos de la oposición ejercen sus derechos con guardaespaldas.

Resulta intolerable que en pleno siglo XXI exista una región europea en la que el estado de derecho no esté plenamente desarrollado. Piensen ustedes cómo se sentirían si cada vez que expresasen sus críticas contra el gobierno o la supremacía de la raza vasca, tuviesen que proteger su nuca de un posible disparo abertzale. Estupendo, ¿verdad? Ésa es la situación del País Vasco, la pinten como la quieran pintar. Unos ciudadanos, como usted y como yo, se juegan la vida por defender sus ideas.

No hace falta ser del PP para denunciar estas cuestiones. Al contrario, me indigna que el PP se apropie de lo que es de recibo y de todos. Pero tampoco caeré en la trampa de que todo lo que digan los señores Acebes y Zaplana sean insensateces. Hasta el más necio acierta a decir algo sensato de vez en cuando.

Témome que tendremos que convivir cierto tiempo con la sonrisa del Lehendakari. Rubalcaba ya ha empezado a restarle hierro al atentado y ha dicho que no ha sido premeditado. Como lo de la T4, otro trágico "accidente". Pasaban por ahí y se les cayó la bombita y se les escaparon unos cuantos tiritos. Por eso vaticino que seguiremos escuchando necedades y barbaridades sobre diálogos y negociaciones. Al fin y al cabo, todos ellos son políticos capaces de sacrificar a sus leones sin piedad alguna. Su modo de vida y sus privilegios están en juego.

Pero confío en el sistema, en su renovación con mentes frescas y mejor preparadas. Y cuando la sonrisita del Sr. Ibarretxe se desdibuje, sabré que la situación habrá empezado a mejorar.

Un saludo a todos y que tengan un buen día,

el pobrecito hablador

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