La democracia se hunde

Más de 100 personas imputadas participarán en las próximas elecciones autonómicas y municipales españolas. Lejos de suponer un lastre electoral, parece que los electores apoyarán aún más a los sospechosos de corrupción. La desconfianza en una lenta y politizada justicia no hace mas que agravar el problema. Si un milagro de sensatez y honradez ciudadanas no lo remedia, vamos de cabeza al abismo democrático.

No es de extrañar que la extrema derecha se esté haciendo fuerte en algunos países. Una izquierda podrida y en exceso protectora de vagos y parásitos sociales ha allanado el camino a lis extremistas. Al igual que ocurrió con los nacionalsocialistas alemanes, extremistas nacionalistas del otro extremo político (los radicalismos se tocan) surgen del anonimato para condicionar una ya maltrecha Europa.

Aquellos políticos con capacidad de decisión a los que aún les quede un poco de dignidad y decencia deberían tomar buena cuenta de ello. Y nosotros, los ciudadanos, deberíamos actuar consecuentemente y quitar del poder a los corruptos, sean del color que sean.

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