jueves, junio 19, 2008

E=mc2

Les propongo la siguiente ecuación:

E: España
m: municipios
c: construcción
c: corrupción

E = m·c·c = mc2

¿No les da la impresión de que los escasos casos de corrupción urbanística destapados son la punta de un iceberg? No tengo pruebas, por lo que todo lo plantearé desde un punto de vista hipotético. ¿Pero no les parece sospechoso que cada vez que se hace alguna investigación, saquen porquería hasta de las papeleras de la plaza del ayuntamiento? Con tanta obra, tanta hambre, tanto desalmado y tanto partido político ávido de ingresar en caja, resulta muy fácil extrapolar.

Ya sé, ya sé, se debe presuponer la inocencia de los individuos en general y de los partidos políticos en particular. Pero es que resulta tan difícil cuando se rasca debajo de la superficie...
Eso y un punto mucho más delicado: ¿quién vigila a los políticos? En un sistema tan instrumentalizado por la política como el nuestro (prensa, tribunal supremo, fiscal general del estado, tribunal constitucional), los mecanismos de defensa podrían estar fallando. Ya hay síntomas claros: bancos que condonan deudas a partidos políticos, jueces del constitucional que son acusados de parcialidad, periodistas más incisivos aún que los ideólogos que tienen detrás, alcaldes pringados hasta las orejas, ministros de interior en la cárcel...

Algo comienza a oler a podrido en Dinamarca, que diría el príncipe Ambled, y los ciudadanos deberíamos tomar buena nota de ello. Al fin y al cabo, nos estarían robando con nuestros impuestos.

Un saludo y buenos días a todos,

el pobrecito hablador

miércoles, junio 18, 2008

¿Adios a la cultura española?

Un pasito más en la larga carrera hacia la secesión. CiU, con el beneplácito de otros partidos nacional-regionalistas, quiere acabar con el ministerio de cultura. Según líderes de CiU, "hay comunidades autónomas como Cataluña o Andalucía, cuyos estatutos de autonomía les otorga competencia exclusiva". ¿Será porque la injerencia de un ministerio español podría facilitar que algunos ciudadanos de Cataluña no se sintiesen tan mal viviendo en España y renunciasen a las tesis identitarias catalanistas? Si es así, desde luego que habría que evitarlo, faltaría más. No es momento para perder la licencia del chiringuito.

Ayer asistimos a otro episodio en esta línea. La intervención del ministro César Antonio Molina en el parlamento español acabó en una confrontación con diferentes diputados de CiU, Coalición Canaria, ERC y el PNV.

Sin violar el derecho democrático de nadie a expresar su libre opinión, tampoco parece lógico que se tenga que dar tanto bombo y platillo a las necedades defendidas por un parlamentario. o peor aún, permitir que sean revestidas de honorabilidad. En democracia, una sandez lo sigue siendo, y la acción de dejar la cultura en manos de distorsionadores e ideólogos xenófobos es una de dimensiones soberanamente descomunales.

Hace unos años, pensaba que los europeos caminábamos hacia la abolición de la tesis central de los discursos nacionalistas: "por nacer a la derecha de una línea roja y hablar raro, soy distinto y puede que mejor que tú". Pero lejos de ello, la situación en España se agrava progresivamente y nos han crecido los enanos intelectuales.

En esta guerra ideológica por la igualdad de derechos de todos los ciudadanos, a los que denunciamos las prácticas nacional-regionalistas nos tildan de fascistas, españolistas y, a veces, hasta de franquistas (¿qué tendrá que ver Franco con el concepto de nación española, fraguado en las cortes de Cádiz?). Que no les engañen, aquí no hablamos de imponer la españolidad a nadie. De lo que hablamos es de contar las cosas como son, de nuestro pasado común, de la cohabitación centenaria y armónica de diferentes subculturas mediterráneas y célticas en la península ibérica aunadas, desde hace ya varios siglos, en una nación llamada España. Y hablamos también de la transición de un modelo de naciones como España, Francia, Alemania o Italia hacia una unión de estados europeos que cedan paulatinamente su soberanía en favor de la futura nación europea. Lo único que defendemos es que un alemán, un español y un francés "valgan lo mismo" y tengan los mismos derechos y obligaciones.

Pueden imaginarse que discursos del estilo "el Valle de Arán es nación", "la existencia de Euskadi se remonta hasta los hijos de Caín (que probablemente era vasco)", "Eva, la mamá del ínclito, una ampurdanesa de toda la vida (qué mejor lugar para ubicar el paraíso)" y "Adan falaba galego" siguen evocando el "sí, pero yo soy más que tú" y no representan avance alguno.

Ha llegado el momento de plantar cara a los cortos de miras y, lejos de discursos Aznaristas o Lossantianos, contestar con contundencia. Ya existen tímidos intentos como el de UPyD y tenga la certeza de que cada vez seremos más. Por la democracia, la igualdad de derechos y el rigor histórico, merece la pena no callarse ante los rebuznos sectarios y victimistas de unos pocos...

Un saludo y buenos días a todos,

el pobrecito hablador

El tiempo ya no tiene nación...

Esta mañana he pasado por delante del Instituto Nacional de Meteorología y me he encontrado con una desagradable sorpresa: ya no es nacional. El INM, fuente de los partes meteorológicos de los telediarios, ha perdido su carácter español y se ha convertido en la Agencia Estatal de Meteorología. Una vez más, aparece la dichosa palabrita "estado" para suplantar a la nación española.

¿Causalidad o casualidad? ¿Intencionado o accidental?

Pues no resulta muy difícil de adivinar. Proviniendo de un gobierno que presta más atención a la semántica que a la realidad, que define a España como nación de naciones y coquetea con las ideologías secesionistas, me resulta imposible no pensar en una intencionalidad.

En tan sólo seis años como presidente del gobierno español, José Luis Rodriguez Zapatero ha logrado desmantelar progresivamente el concepto de nación española para deleite de algunas ideologías sectarias, minoritarias y secesionistas. Al comienzo del periodo de redefinición de España, a los catalanes les importaba un carajo el estatut. Pero el gobierno de la Generalidad estaba en juego, y el resultado es por todos conocido: el estatut ha pasado a ser un tema que levanta ampollas, y dónde antes había paz "entre los ciudadanos" (lo que les pase a los de CiU, ERC, el PSC o el PPcat me importa tres pitos) ahora hay discordia y mala sangre.

La estrategia de Cayo Julio César da sus frutos: divide y vencerás. O expresado de forma más castiza, "a España revuelta, ganancia de Zapateros".

¿Tendrá algo que ver en todo esto que la ley electoral prime los regionalismos y les otorgue una mayor representatividad en el parlamento español? ¿Creen el motus "lo que importa es ganar votos, a toda costa", puede ser la razón última de todo ésto? ¿Se está prostituyendo y falseando la historia de España para lograr buenos resultados electorales? ¿Se están concediendo privilegios a grupos minoritarios que tienen un ideario fascista y que manejan conceptos de raza, cultura y lengua con fines discriminatorios? En resumen, ¿se está destruyendo nuestra identidad nacional por unos intereses puramente partidistas?

Son preguntas que no puedo dejar de hacerme, y las respuestas que intuyó no me tranquilizan lo más mínimo. El señor Rodríguez Zapatero podría (y utilizo el podría) estar llevando a cabo la más sutil operación de manipulación colectiva de la democracia española. ¡Ahí es nada!

Pero les tengo que dejar, va a comenzar el parte meteorológico estatal y me gustaría saber qué tiempo va a hacer en las diferentes naciones de mi pais, estado o lo que leches quiera ZP que sea...

Un saludo y buenas noches a todos,

el pobrecito hablador

lunes, junio 16, 2008

Sobre muelles, crisis y ministros con sorpresa...

La ley de Hook dice que cuanto más se elonga un muelle, mayor es su fuerza recuperadora: "ut tensio sic vis" (como la elongación, así es la fuerza). Considera al muelle elástico y no tiene en cuenta que existe una elongación máxima, más allá de la cual el muelle se vuelve plástico y adquiere una deformación permanente.

Pues bien, un brillante economista y fracasado candidato a la alcaldía de Madrid acaba de descubrir la ley de Hook de la economía:

"Cuanto más se caiga, más rápida será la recuperación. Eso me parece evidente."

A diferencia de Hooke, conocedor de las limitaciones de su ley, el intelectual detrás de la frase profundiza en su error y descarta la plasticidad de la economía. Pues nada, a reventar la economía del todo, porque así nos recuperaremos aún más deprisa. Evidente, ¿no?

Pero la cosa todavía tiene más gracia. En la entrevista realizada por el diario El Mundo, Miguel Sebastián confiesa que:

"la subida del precio del petróleo me ha sorprendido y también los tipos de interés. Desde otoño hasta la primera parte de este año los tipos de interés estaban cayendo. Ha sido a partir de marzo cuando el Euribor ha vuelto a rebotar y se ha situado en el máximo del 5,4%. En el sector inmobiliario nadie pensaba que iba a haber una caída en la iniciación de viviendas del 60%. Pero cuanto más rápida sea la caída, mejor. En el sentido de que también va a ser más rápida la recuperación. Cuanto más se caiga, más rápida será la recuperación. Eso me parece evidente."

Tras leer esto, lo que me sorprende es que semejante sorprendido sea nuestro ministro de industria. ¿Es que tan escasos de talentos estamos como para tener que pagar un sueldo vitalicio a semejante lumbrera? Bastaba con leer cualquier periódico extranjero (bastante más libres de servidumbres políticas) para darse cuenta de que las cosas pintaban muy mal. Y sin la niña de Rajoy...

Sorpresas te da la vida, la vida te da sorpresas, y mientras Sebastián cobra un sueldo por decir banalidades como ésta, los miembros y miembras de la sociedad española exploramos los límites de elasticidad de nuestras paciencias y bolsillos.

Saludos y buenas noches,

el pobrecito hablador

jueves, junio 12, 2008

Corridas de toros

Sobran las palabras, ¿verdad?


Infligir sufrimiento a un animal no engrandece una cultura ni dignifica a la persona que lo hace.

miércoles, junio 11, 2008

Huelga general

No soy muy partidario ni de las huelgas ni de conceder privilegios a algunos colectivos particulares. Tampoco creo que el gobierno de España sea completamente responsable de la situación económica internacional. Sin embargo, los signos de putrefacción del sistema comienzan a hacerse patentes: bancos, constructoras, productores de energía, operadoras de telefonía y otras grandes empresas se han estado forrando durante los últimos años. Incluso hoy, cuando todos andamos bien fastidiados con las subidas de los tipos de interés y el IPC, muchas de ellas siguen obteniendo pingües beneficios.

Con el sistema actual, los que soportamos el peso de la crisis somos los ciudadanos. Debemos mantener a todo un sistema político de corruptelas, ayuntamientos, altos cargos públicos (un 35% más durante los últimos años) y encima sufragar los beneficios milmillonarios de ENDESAs, IBERDROLAs, BBVAs, SANTANDEREs y TELEFÓNICAs, VODAFONEs y ORANGEs, por poner algunos ejemplos. Somos la teta que nunca se seca.

Mientras tanto, el gobierno nos miente sobre la realidad de la situación, falsea los datos del IPC (para que no nos suban los sueldos) y se guía por un propósito central: lograr que el partido en el poder se perpetúe en la poltrona. La oposición tampoco ha dado muestras de una conducta ejemplar y sigue soltando frescas carentes de trasfondo.

Ante una situación como ésta, de manifiesta incompetencia por parte del ejecutivo, sólo tercia una acción posible. Que los ciudadanos nos hagamos oir y que exijamos a los políticos que dejen de abusar del poder que hemos depositado democráticamente en ellos.

¿No me creen?
  • Hablen con el dueño del bar de la esquina y pregunten cómo gestiona su licencia y a quién y cuánto tiene que pagar.
  • Pregunten a un aparejador o constructor de confianza si la corrupción en los ayuntamientos está o no generalizada.
  • Examinen la competencia de nuestros más insignes políticos: ni Zapatero ni Rajoy hablan idioma extranjero alguno, por lo que ni pueden leer prensa extranjera ni ver o escuchar los noticieros de la BBC, CNN, ARD o TF1. Tranquilos, seguro que leyendo El País, La Razón o El Mundo están maravillosamente informados.
  • El ministro de Industria se lleva a matar con el de Economía y, para colmo, ha recibido el carguito tras el batacazo de la alcaldía de Madrid. ¿Será por su competencia en materias económicas o tal vez tenga algo que ver su indiscutible lealtad hacia el presidente?
  • ETA sigue matando, tras la negociación política, y tenemos un referéndum de autodeterminación en ciernes.
  • La electricidad va a seguir subiendo porque los molinos de viento cuestan una pasta y, mientras otros países se lanzan a construir centrales nucleares porque son seguras y garantizan el suministro, nuestro visionario gobierno se desmarca con el "Spain is different and green". Verdes nos vamos a quedar de la envidia cuando haya que importar de Francia hasta las galletas Fontaneda.
  • España se aleja cada vez más del compromiso adquirido con el protocolo de Kyoto y tendremos que pagar entre 3000 y 6000 millones de euros anuales en concepto de derechos de emisión. Un dinerito que invertido en el beneficio de nuestros ciudadanos hubiese resultado bastante más útil.
No pretendo ser catastrofista. Las cosas se pueden cambiar, pero para ello los ciudadanos debemos asumir nuestras responsabilidades. Ha llegado el momento de decir que "estamos hasta las narices de que nos tomen el pelo" y de poner a los incompetentes que viven de nuestros impuestos contra las cuerdas. O trabajas o te vas a la calle, así de simple.

Se me ocurren muchas maneras de hacerlo, pero hay una que ha funcionado, funciona y funcionará de maravilla: la huelga general. No por una prebenda social, por una subvención ilegal al gasoil o porque se regule aún más el mercado.

Una huelga general porque estamos, simple y llanamente, hasta los coj... de ellos.

Un saludo y que tengan una buena noche,

el pobrecito hablador