Hoy sí. Hoy podrán celebrar las serpientes que han sesgado dos vidas humanas en aras de su grandísima puta y patria vasca, la falaz ramera de estado que suministra sicarios del Herrikolupanar. Hoy la gente bien nacida pierde a dos compañeros, a dos hombres que se dejaron la piel en la lucha por nuestro bienestar. Es un día funesto, otro más para la crónica negra de la democracia, porque la gran puta vasca volvió a parir mierda de sus entrañas.
Casi todos sabemos que un estado que se gana mediante el dolor, la muerte y el asesinato nunca podrá ser bueno. Será cloaca, nido de ratas y país invivible e insufrible. Será miedo, terror, amenaza y mordaza para todos aquellos que piensen de manera distinta. Será paseito, secuestro y muerte para los ciudadanos de bien. Los sabemos todos menos unos pocos homínidos de baja estofa que de verdad creen que la lucha es la de las bombas lapa...
Pues no, hijos de puta, no es así. La lucha se hace desde la decencia, desde la tolerancia y el respeto. Sin pasamontañas, sin serpientes ni hachas, y con los cojones (y cojonas) bien plantados. Recordadlo cuando dentro de algún tiempo estéis entre rejas y tengáis por delante más de 35 años de condena. Para cuando salgáis de la cárcel, además de mierda humana, seréis pellejo y carne temblorosos. Habréis tirado por el retrete una vida entera por aquella basura que os metieron en la cabeza, entre porro y porro, en una Herrikotaberna. Disfrutad lo que os queda de libertad huyendo, porque será lo último que hagáis antes de cagaros en los pantalones ante el juez. No hay más que ver la carita de acojone que tenéis todos cuando os sientan en el banquillo...
Casi todos sabemos que un estado que se gana mediante el dolor, la muerte y el asesinato nunca podrá ser bueno. Será cloaca, nido de ratas y país invivible e insufrible. Será miedo, terror, amenaza y mordaza para todos aquellos que piensen de manera distinta. Será paseito, secuestro y muerte para los ciudadanos de bien. Los sabemos todos menos unos pocos homínidos de baja estofa que de verdad creen que la lucha es la de las bombas lapa...
Pues no, hijos de puta, no es así. La lucha se hace desde la decencia, desde la tolerancia y el respeto. Sin pasamontañas, sin serpientes ni hachas, y con los cojones (y cojonas) bien plantados. Recordadlo cuando dentro de algún tiempo estéis entre rejas y tengáis por delante más de 35 años de condena. Para cuando salgáis de la cárcel, además de mierda humana, seréis pellejo y carne temblorosos. Habréis tirado por el retrete una vida entera por aquella basura que os metieron en la cabeza, entre porro y porro, en una Herrikotaberna. Disfrutad lo que os queda de libertad huyendo, porque será lo último que hagáis antes de cagaros en los pantalones ante el juez. No hay más que ver la carita de acojone que tenéis todos cuando os sientan en el banquillo...
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